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Este blog estará siempre abierto a aquellos que de forma independiente y desinteresada deseen aportar su granito de arena para difundir y engrandecer la cutura de la tauromaquia en cualquiera de sus manifestaciones.

lunes, 27 de agosto de 2012

Domingo 28 de octubre de 2012. Día del Aficionado Práctico

El próximo día 28 de octubre de 2012 se va a celebrar en la localidad madrileña de MIRA FLORES DE LA SIERRA el dia del aficionado práctico.

Es una iniciativa que está organizando el Grupo de Aficionados Prácticos de Zaragoza y que coordina ese tremendo aficionado que es Jesús Ágreda.



Con toda la ilusión del mundo, están tratando de organizar un evento que verdaderamente valdrá la pena.
Está cerrada ya la presencia del maestro David Mora. Habrá tentadero por la mañana,con la participacion de todos los aficionados que lo deseen.
Continuaremos con una comida en buen ambiente en la misma finca, y seguido se sortearán entre los participantes diferentes artículos taurinos que han cedido amablemente numerosos personajes del mundo del toro:

  • Un capote y una muleta de david mora, firmadas por él.
  • Dos muletas a estrenar de los sastres Alejandro y Maria José,dos bolsos de capotes y muletas,dos
    fundones,una ayuda,un estaquillador,varios productos de la diseñadora Mira y algun detalle más que se van añadiendo día a día.
    También se sorteará la asistencia para 4 personas para presenciar dos tentaderos,uno en la ganaderia legendaria de Victorino Martin y otro en la de Jandilla.

 
Puede participar cualquier aficionado que lo desee, aunque por razones de organización hay plazas limitadas.Se ha establecido un máximo de 4 toreros por becerra.
 
El precio será de 100€ para aquellos que deseen participar en el tentadero, 55 € para los acompañantes y 15 € para los niños.
 
Los datos de contacto para inscribirse son:
Teléfono: 615 51 61 53
email:https://www.facebook.com/messages/aficionadospracticos.taurinosdezaragoza

lunes, 20 de agosto de 2012

Una muesca en el revólver

Como muchos de vosotros me crié viendo películas del oeste los sábados por la tarde.
Recuerdo que aquellos pistoleros señalaban sus proezas haciendo con su navaja una marca en la culata de madera de su revólver.

Ha pasado una semana del Curso de Tauromaquia del Puerto y os aseguro que no ha sido un curso más. Este ha quedado grabado para siempre con una marca en el estaquillador de mi muleta.
La señal que dejan los hitos importantes en el currículum taurino de este aficionado.

Os diré por qué.

Porque para mí el toreo sin pasión y emoción acaso no sea más que un juego irracional.
Por eso este curso  lo he vivido - desde que me inscribí -  intensamente, con verdadera emoción y he gozado viendo en los ojos de muchos compañeros el brillo de quien se siente torero a más no poder.

Porque para mí el toreo sin expresión y competencia acaso no sea más que una monótona sucesión de faenas perfectamente prescindibles.
Por eso he disfrutado tanto de este curso sintiendo como desde el más novato al más toreado de los compañeros dejaban ir hasta su propio aliento detrás de cada muletazo, regalándonos a los demás lo mejor de sí mismos y queriendo, por un instante, borrar si fuera necesario al mismísimo Juan Belmonte.

Porque para mí el toreo sin miedo e incertidumbre acaso no sea más que otra de las tristes rutinas que nos rodean.
Por eso me conmovieron esas dudas a media voz del sábado por la noche – no sé si mañana seré capaz -  buscando en los compañeros esa seguridad imposible. Confidencias de quienes sin apenas conocerse, probablemente nos reconoceremos como amigos el resto de nuestra vida.

Porque para mí el toreo aficionado acaso sea la más sabrosa combinación de vanidad y humildad que pueda degustarse.


Para la vanidad, me llevo de este curso un guiño de aprobación del maestro Galloso después de dibujar un quite de espontáneo con el capote en Vistahermosa y el íntimo orgullo de haber toreado mi primer becerro en un lugar emblemático como Jandilla.
Para la humildad, me llevo dos ignominiosos pinchazos al carretón en la Plaza Real del Puerto y el punto amargo de no haber sido capaz de rematar mi actuación en el tentadero como el animal y la ocasión merecían.

Quería daros las gracias a todos, organizadores, profesores y compañeros porque finalmente me habéis mostrado la plenitud del toreo que acaso no sea más que todas esas cosas que cincuenta y tantos locos tenemos en la cabeza.

¡Casi nada!
 Nota: Este artículo ha sido publicado como carta de los alumnos en el blog del Club de aficionados prácticos taurinos: http://aficionadospracticos.blogspot.com.es/