El toreo aficionado aúna vanidad y humildad a partes iguales.
Quienes lo practicáis lo sabéis tan bien como yo.
Pocas cosas alimentan la vanidad como haber sido capaz de pasar a un animal habiendo conseguido la proeza de vencer el miedo y quedarse quieto. Cuando finalizado el día, te acuestas y cierras los ojos antes de dormir, te sientes la persona más feliz del mundo y no crees posible que nunca nadie haya podido sentirse más torero que tú.
Pero a la vez pocas cosas exigen un ejercicio de humildad mayor que el de renunciar a todo cuanto eres y, desnudo de técnica y oficio, enfrentar el desafío de torear. Solo, sin ayudas, sin excusas. para -en la mayoría de las ocasiones- asumir el más que previsible naufragio.
Supone para mí un verdadero y necesario ejercicio de sinceridad plena.
Supone para mí un verdadero y necesario ejercicio de sinceridad plena.
En fin, todo esto para explicaros como concibo yo el toreo aficionado y lo que realmente valoro de cuantos - con verdadera afición - os atrevéis a intentarlo.
Una de las misiones principales de este blog -tallerde toros- es potenciar y difundir la figura del aficionado práctico, y por lo tanto promocionar cuantas iniciativas conozcamos que compartan esta filosofía.
Iremos añadiendo informaciones que os puedan ser de interés. Igualmente os agradeceremos que nos hagáis llegar las informaciones de grupos de aficionados, cursos, encuentros o cualquier evento que os parezca interesante o que queráis difundir.
No nos creemos propietarios de ninguna idea sino partícipes de una ilusión común.
Gracias a estas iniciativas y a quienes las promueven, torear de salón y en el campo, cada vez es más posible para los aficionados.
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