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Este blog estará siempre abierto a aquellos que de forma independiente y desinteresada deseen aportar su granito de arena para difundir y engrandecer la cutura de la tauromaquia en cualquiera de sus manifestaciones.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¡Ole los toreros buenos!

Ya os comenté el lujo que supuso para nuestro taller de tauromaquia haber contado con la presencia de Andrés Vázquez como maestro en nuestras sesiones de salón.
Recuerdo que hemos comentado la impresión que nos produjo ver como es capaz de transformarse y crecerse en el momento en el que roza con sus manos un capote o una muleta.
Pero es que a veces uno se queda sin palabras cuando ve lo que es capaz de hacer un TORERO.



Pulsa aquí para ver la reseña completa de su tentadero  de utreras en la finca de Victorino Martin

viernes, 23 de diciembre de 2011

Tomas falsas

Quien más y quien menos a final de año hace un resumen de como han ido las cosas, y a veces, uno se da cuenta de que lo mejor es tomarlas con humor.
Con estas tomas falsas de una todavía corta pero intensa carrera taurina, os dejo mi felicitación para estas navidades y mi deseo de que el 2012 os traiga lo mejor y que se cumplan todos vuestros sueños.

Los míos están cumplidos con creces gracias al cariño de mi mujer y de mis tres hijas que con tanta paciencia me soportan. Son para mí lo que más quiero en el mundo.


viernes, 9 de diciembre de 2011

500 pesetas



... Un año más habían llegado las fiestas del pueblo. Y con ellas aquel peregrinaje por las casas de parientes y familiares.

Los hermanos juntos, bien peinados y a saludar. Todos vestidos igual. Como un pequeño ejército listo para pasar revista.

Las instrucciones claras: no pedir nada, calladitos y ojito con dar la nota.

El abuelo vivía al final de aquella interminable cuesta, en la última casa. El calor del primer domingo de septiembre se sumaba al fuego que provocaban en los pies las rozaduras del estreno.

El padre encabezaba la tropa que rompió filas pocos metros antes de llegar a la casa ansiosa por alcanzar el zaguán y de paso ganar la sombra.

Al llegar un beso a la abuela, un comed algo, un no tengo hambre, un por vergüenza no lo hagas, un que majo se hace este chico, un sentaos, un quedarse pegado en aquel sofá de “escai”, un silencio, un no saber que hacer.

No recuerdo mucho más, o sí, una mirada cristalina, una azul transparencia que semioculta bajo aquellas cejas blancas me provocó el escalofrío de sentirme descubierto.

Deslizó en mi bolsillo un billete azul, en mi mejilla un beso y en mis oídos un ¡que salga buena la tarde!

Al volver a casa la costumbre era rendir cuentas.
- ¿Qué os ha dicho el abuelo?
- Que pasemos buenas fiestas, dijeron mis hermanos.
- ¿Y a ti?
- Nada, cosas nuestras.

Con aquel dinero compré mi primera entrada. Toreó Manuel Vidrié.

Nunca desde entonces se me ha hecho pesado hacer cola en las taquillas y a veces, mientras espero, siento un beso en mi mejilla y una voz que me dice ¡que salga buena la tarde!...