Y hace tiempo que me apetecía dedicar un hueco en este blog a alguien que emplea buena parte de su tiempo a acercarnos, despacio, sin prisas y con paciencia infinita, una realidad desconocida para muchos de nosotros.
Con su mirada brillante y cargado de naturalidad nos mantiene permanentemente abierta una ventana desde la que asomarnos a la realidad del toro en el campo.
Mucho más que un fotógrafo campero, Alberto Ariza es capaz de traernos, con la precisión de un verdadero conocedor, no solo las imágenes sino el alma de lo que retrata.
Acompaña sus fotografías con textos que nos permiten mucho más que ver. Nos permiten oír, oler, degustar y casi tocar, en definitiva sentir el día a día del toro.
Nos ha traído a través de sus reportajes momentos impagables, historias de las personas que verdaderamente crían al toro, historias de toros, curiosidades y lecciones de campo. Nos ha presentado a esa legión de personajes que acompañan al toro y que desde la dureza urbana del tendido de la plaza de toros, muchos no seríamos capaces de imaginar.
Nos ha traído lo que son los verdaderos secretos de la bravura: una fiesta inmensa y grandiosa, cotidiana, discreta y silenciosa, que empieza mucho antes de que suene el clarín.
Su blog “El Secreto de la Bravura”, es uno de los imprescindibles para cualquier aficionado. Yo ya estoy esperando su próximo reportaje.
Y así, despacio, sin prisas, con paciencia infinita, es como Alberto Ariza atrapa con su cámara los secretos de la bravura. |
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