Ha sido un día intenso. Hemos tenido doble sesión. Hemos podido ir al campo y eso siempre resulta delicioso.
La sesión matinal ha sido precipitada por la presencia de la televisión, pero agradable. A ello ha contribuido muy especialmente Ricardo Maldonado que nos ha dirigido el entrenamiento.
Es el momento de señalar que el interés mostrado por los medios de comunicación en nuestra actividad nos permite alcanzar uno de nuestros objetivos: extender nuestra afición por los toros. Gracias a cuantos habéis publicado reseñas, reportajes, artículos y entrevistas.
Por la tarde, con algunos algo cansados, hemos celebrado nuestra 3ª sesión del taller práctico de tauromaquia. Y quizás ha sido el día en el que la palabra tauromaquia ha adquirido su expresión más completa.
El maestro Santiago Castro Luguillano nos ha dado una lección magistral sobre su tauromaquia. Una lección completa ya que ha decidido explicarse como mejor sabe un torero: con los trastos en la mano.
Y nos ha explicado no sólo la técnica sino las claves para el triunfo en una plaza grande, desde el punto de vista de un torero que ha conseguido 3 puertas grandes consecutivas en la plaza de Las Ventas como matador de toros y 5 más como novillero.
La verdad es que ha sido una delicia escucharle hablar del toro y del toreo.
Pero la sesión de hoy ha tenido mucho más. Hemos tenido el privilegio de tener con nosotros a Javier Gómez Pascual y Manuel Alejandre.
De ellos hemos podido aprender 2 lecciones clave: el respeto a los maestros -tan poco usual en otras disciplinas de la vida- y la ilusión por aprender.
Quiero agradecerles en nombre de todos su presencia y sus consejos.
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