Es de Zamora y se llama Manuel

Del Niño de la Palma escribió Gregorio Corrochano un titular inmortal "Es de Ronda y se llama Cayetano".

Está claro que Cayetano Ordóñez Aguilera debió ser un torero excepcional, pero no creo que en ninguna de sus tardes pusiera más ilusión y entrega que la que puso Manuel Alejandre en "su" festival de Zamora del pasado día 30.

No pude verte torear. Tú lo sabes, pero no se cerrará este blog sin que desde él se rinda el justo tributo a tu enorme afición, con una crónica que sin duda mereces.

Por la mañana  me dijiste "Acabamos de enchiquerar. Llueve. Hace mal tiempo, pero vamos a echarlo p´alante. Lo siento por la gente..."; "...estoy preocupado, ahora siento lo que de verdad hace esta gente, los toreros".

Yo sólo fui capaz de desearte suerte y recordarte el consejo de aquella madre del torero que decía a su hijo "arrímate pero con cuidado"

Cuando un aficionado práctico torea en público la crónica no puede limitarse a reseñar el resultado.

Me resisto a escribir así.

Pero, ¿cómo reflejar toda la intensidad de lo vivido?

La clave me la diste tú mismo al acabar: "... el novillo era bastote. Por el derecho no se dejó, pero he podido darle dos tandas con la izquierda... he disfrutado como un niño pequeño."

Y yo oyendo cómo me lo contabas.

Declaro y afirmo que Manuel Alejandre es capaz de gozar el toreo con la intensidad de los niños pequeños, sin límites. A pleno pulmón,  y de hacer llegar su emoción al público y al presidente que le dió una más que merecida oreja.

Lo dicho, es de Zamora y se llama Manuel. ¡Ahí queda eso para los restos!

Manuel Alejandre es aficionado práctico y profesor invitado en este taller práctico de tauromaquia.