A pesar de lo que dijo Matías Prats en la entradilla del reportaje que hizo a nuestro taller, estos aficionados sí estaban locos por ponerse delante de la cara del toro (entiéndase de las becerras). Y, tras una amena visita guiada al Museo del Toro en Valladolid, finalmente llegó la hora de nuestra clase práctica final.
Consistió en un tentadero en la preciosa placita de la finca Quinta de Tierz propiedad de César Mata., al que se sumó un luminoso sol de invierno que atemperó el frío de la mañana.
Se dió suelta a 5 muy bravas y nobles añojas de la ganadería de Luis Antonio Rodríguez TARU, que permitieron a los alumnos de este taller demostrar sus progresos, probar su capacidad ante las reses y sobre todo sentirse toreros.
Los profesores del taller nos ayudaron en la lidia y en nuestras actuaciones con consejos y ánimos, pero realmente nos lo pusieron difícil, cada vez que cogían los trastos y rompían a torear. Estoy seguro de que ellos disfrutaron tanto como nosotros.
Para todos ellos una vez más nuestra gratitud y admiración, al igual que para Jesús Barajas , concejal de Festejos del Ayuntamiento de La Cistérniga por su colaboración y para Ángel Manzano , propietario del restaurante "El Viejo Portazgo" que nos abrió su casa y nos ofreció una comida y un lugar para una deliciosa tertulia final.
Os dejo una pequeña muestra de imágenes de como se desarrolló la sesión y os prometo nuevas entradas con videos y más imágenes para que todos podáis recordar vuestra participación.
La selección de fotos ha estado fenomena. Un abrazo muy fuerte del que nunca aparece
ResponderEliminar